domingo, 29 de diciembre de 2013

El bautizo.






He de decir que ha sido una de las peores épocas de mi relación con Paquito, vivíamos los días al límite, siempre estábamos discutiendo por esto o por aquello, se sumaba la presión de mis suegros por saber cómo y dónde sería el bautizo, reservar local, traer a mi familia desde Madrid.. una locura.
Ambos estábamos sin trabajo y sabíamos que nuestro presupuesto no era muy elevado, a diferencia del número de familiares por parte de su familia paterna y materna..
Paquito quería una celebración por todo lo alto, yo siempre le he dicho que eso era imposible, Paquito quería un menú exquisito, yo sabía que un menú de esas condiciones se saldría de nuestro presupuesto, Paquito quería invitar a amigos, yo se lo negué rotundamente puesto que su familia materna eran cien personas y aún quedaba la paterna y la mía, Paquito quería pagar los billetes de tren o autobús a mi familia para que vinieran, yo en todo momento les expuse a ellos nuestra situación económica y querían venir por su propia voluntad.. y así, millones de cosas más.
Al principio, alquilamos un local para toda la familia, el menú consistía en:
Primer plato:
-Sopa de Marisco.
-Ternera a la brasa.
-Cordero lechal.
Segundo plato:
-Ensalada César.
-Patatas a la milanesa.
-Ensaladilla rusa.
Postre:
-Tarta de Cookies.
-Tarta Helada.
-Tarta de nata y piñones.
-Bizcocho de canela con almendras garrapiñadas.
Nos parecía la opción perfecta, eran 25 euros por adulto y 15 por niño, se salía de nuestro presupuesto (en total fuímos 186 personas) pero no demasiado. El hombre que nos preparó la carta y el local no tenía ningún tipo de dirección, referencias etc pero por teléfono parecía serio y responsable. Paquito le ofreció pagar la mitad para hacer la reserva cuando viéramos el local y la otra mitad cuando comiéramos, pero el hombre se negó rotundamente alegando que tenía demasiados clientes interesados en esas fechas y que necesitaba que le hiciéramos el ingreso en una cuenta bancaria inmediatamente.. me olió raro, así que decidí hablar con él yo personalmente, le pedí su número de cuenta, el número de DNI, nombre y apellidos (tenemos un amigo de la familia que es Guardia Civíl y podría conseguirme los datos del local si me diera los suyos propios) y referencia del restaurante. Accedió a dármelo inmediatamente después de que hiciera el ingreso en su cuenta bancaria, el concepto del ingreso a mi nombre debía ser: PAGO EN EFECTIVO DE COMIDA. En el mismo instante en que colgué supe que nos estaba intentando estafar, como no le hice el ingreso, nunca más volvimos a saber de él ni de su "restaurante".
Nos habíamos quedado sin reserva, queríamos celebrar el bautizo en la primera semana de Agosto y el tiempo se nos estaba echando encima, apenas quedaban unas semanas.. Así que decidimos que mis suegros se pusieran las pilas buscando locales y restaurantes y nosotros intentaríamos conseguir cita en la Iglesia para esas fechas.
Fuímos a la Iglesia Mayor Prioral, elegí aquella capilla porque cuando mi abuela vino al Puerto se enamoró de ella, así que quería hacerlo ahí. Fuímos a hablar con los curas, pero nos dijeron que en esas fechas se daban muchísimos bautizos y que siempre tenían las citas guardadas para las personas que fueran miembros de la cofradía, nos dijeron que debíamos pedir cita una semana antes del día que quisiéramos celebrarlo y debíamos arriesgarnos a que hubiera hueco o no, así que no me quise arriesgar más.
La Iglesia que nos pertenecía era San Marcos, así que fuí directamente a hablar con el cura que estaba de encargado en la administración. Al ser la Iglesia que nos correspondía por código postal, me dieron cita para el día 3 de Agosto sin ningún problema. Era el día perfecto, también era el cumpleaños de mi suegra, ¡ya teníamos el día pactado!. 
El cura nos dio una charla increíblemente extensa, quería casarnos ante Dios para bautizar a nuestra hija.. ambos nos negamos, ¡por supuesto!, le dije sin pelos en la lengua:
-Lo siento en el alma si le sueno brusca, pero no me voy a casar con la persona que quiero porque un cura me obligue a hacerlo, el día que queramos casarnos será porque ambos lo hayamos decidido así, ahora mismo solo queremos bautizar a nuestra hija, y si usted cree que no es correcto por no estar casados, iré a otra Iglesia dónde no les importe ese detalle. Ahora mismo, y con todos mis respetos, con la única persona que me caso ante Dios, ante Jesucristo y ante el Espíritu Santo es con mi hija. Si no lo ve bien, tácheme de la lista, póngame en la lista negra si lo cree conveniente, pero dígamelo ya porque ahora mismo me levanto y me voy.
Esa fue la gota que colmó el vaso, Paquito estaba blanco como la pared, él sabe que no tengo reparos ninguno en decir las cosas claras, pero me parece un acto totalmente subrealista que esté obligada a casarme para bautizar a mi hija. Temas aparte, el cura accedió.
Mis suegros no encontraban locales disponibles, el tiempo se nos estaba agotando y poco a poco se acercaba la fecha. Contamos el número de persona que asistiríamos y los planes cambiaron por completo.
La familia de Paquito es excesivamente grande, la mía solo eran 15 personas, así que no podíamos hacer comidas o cenas porque no podríamos pagarlo. Al final, entre unas cosas y otras, decidimos que solo iríamos a comer con mi familia, se lo comentamos a la familia de Paquito y accedieron, a ellos les parecía lo mejor.
Mi suegro nos presentó al dueño de un Restaurante que es amigo suyo de toda la vida, iba a prepararnos una paella para mi familia y nos cobraría a 2 euros el plato, ¡increíble pero cierto!, 50 céntimos la bebida y 2 euros cada ración.
Comimos: paella, albondigas guisadas, ensaladilla rusa, cordero lechal, tortilla de patata, croquetas, pescaito frito, pulpo aliñao', nuggets de pollo (para los peques), tortillas de camarones, calamares fritos, sepia, gallinejas y un alambre de ternera. Todo estaba riquísimo, mi familia se quedó encantada.
Reservamos toda la terraza de un "restaurante" llamado "La Ponderosa" donde hacen churros, tartas, postres etc. Íbamos a dar con toda la familia de Paquito y la mía una porción de tarta a cada uno, un café (o batido para los peques) y churros con chocolate un poco más tarde. Nos encantó la idea y no era demasiado caro.
Al fin podíamos relajarnos un poquito y descansar, así que esos fueron los días que aprovechamos para ir a la playa con Yanira. Mi madre y yo nos compramos unos meses antes del bautizo unos vestidos echos a medida, eran preciosos.. pero tenían que entrarnos, así que teníamos que tener mucho cuidado con el peso.
Mi familia vino un día antes del Bautizo, ¡me alegré tanto de verlos!, estaba eufórica.. ellos alucinaron con Yanira, la última vez que la habían visto era apenas un bebé, es increíble como crecen los niños en solo unos pocos meses..
Fuí al fotógrafo con Yanira para hacerle una pequeña sesión para los recordatorios, la pequeña al principio se entretenía con una mosca y no miraba a la cámara, después no sonreía.. vamos, ¡un show!, pero al final conseguimos sacarla una espectacular foto, ¡tiene una carita! y pusieron su nombre, el día de su bautizo y el nombre de la Iglesia, el recordatorio era tamaño "Flyer", rosa chicle y con maripositas volando alrededor del nombre.. ¡nos encantó!.
¡Y AL FIN LLEGÓ EL ESPERADO Y MARAVILLOSO DÍA!:
Mi madre vino por la mañana para arreglarse en casa de mi suegra, ese día llegaba el regalo que la habíamos comprado y ella no podía verlo, me encargué de avisar a toda la familia de que no la comprasen lo mismo que yo, pero.. ¡lo vió!, el maldito chico de Avon se lo dio a ella en lugar de a mí, así que creí que la sopresa se me había ido al garete, era un perfume que a ella le volvía loca, ese año no se lo había podido comprar, cuando lo vio se le hicieron los ojos chiribitas, así que en ese instante se me encendieron las luces de emergencia y tuve una idea. Le dije que el regalo se lo habíamos comprado Paquito y yo a mi madre.. ¡pobrecita, se le quedó una cara!. De hecho, nadie de la familia la felicitó puesto que yo había avisado a todo el mundo de que le quería hacer una pequeña fiesta sorpresa, así que ella pensó que con los nervios del bautizo nadie se había acordado de que cumplía 43 años, ¡pobre! aún lo recuerdo y me da lástima.. 
Mi madre y yo nos duchamos y arreglamos juntas, la hice tirabuzones en la capa de arriba del pelo y le quedaron espectaculares, maquillé a mi suegra y por último comencé a arreglarme yo.. como hasta el momento todo estaba saliendo bien, algo malo tenía que pasar.. ¡mi pelo no se rizaba!, con la humedad del ambiente en pleno Agosto, los tirabuzones se caían a los 3 segundos, tengo la suerte de tener taaaaaanto pelo que con el peso no me aguanta nada, así que me hice un moño con donut y me rodeé el moño con una trenza, al final me quedó bonito y todo. Me maquillé bastante poquito, lo justo para destacar con el vestido y me metí en él, llevaba unos tacones de escándalo, así que imagináos la cara de Paquito (somos de la misma altura, él mide solo 3 centímetros más que yo, así que la diferencia de altura era notable), pero al final, le gustó tanto el vestido que los tacones no le importaron.
Por último, vestimos a Yanira.. ¡era toda una princesa!, pero le dió por quitarse todo el rato la diadema del pelo, así que solo se la puse en la Iglesia.
Nos fuímos todos para la Iglesia, estaban todos guapísimos, Yanira no paraba de jugar con sus primos, de reírse, todo el mundo estaba de buen humor, dándonos la enhorabuena, regalos... siempre me he sentido parte de esa familia, pero en ese día sentí que de verdad encajaba con ellos.
La ceremonia no duró demasiado, había muchos niños pequeños y era agobiante que estuvieran quietos y callados, así que el cura lo hizo lo más ameno posible.
Yanira se portó genial, no paraba de mirar a las cámaras, parecía que le gustaba que le hicieran fotos, pero cuando el cura le echó el agua bendita en la cabeza y comenzó a frotarle el pelo con un paño, se enfadó y empezó a llorar.. Fue un momento muy emocionante, mi hija, Paquito y yo.. éramos una familia, y yo era consciente de ello, de que había formado lo más hermoso que alguien puede tener con la persona que más amaba. Fue un día de emociones, para qué negarlo..




Los padrinos fueron mi madre y mi suegro, ellos encendieron la vela y firmaron para hacerse cargo de Yanira si a su padre y a mí nos pasaba algo. Ambos estaban encantados, y puedo jurar que fue el día más especial para ellos.



Al acabar la celebración, el cura nos pidió que donáramos algo de dinero cada persona de la familia para la Iglesia, Paquito había escuchado una conversación dónde dos curas hablaban con dos obreros y les decían que tenían un presupuesto de quince mil euros para poner las puertas de los despachos de mármol blanco corredero, así que estaba que le hervía la sangre. Le dije que como mínimo debíamos donar 20 euros porque me daba vergüenza no hacerlo, Paquito.. como es taaan bruto, cogió un papel y un boli y escribió: "Que Dios te lo pague", lo metió en el sobre de la Iglesia y lo echó en el buzón de las donaciones. Mi cara era un poema, pero me tuve que reír...
Nos fuímos a comer con mi familia y quedamos con la suya a las seis y media para celebrarlo todos juntos, la comida fue espectacular como ya he contado antes, todo estaba de muerte y hubo un ambiente muy distendido y relajado, los niños se portaron como.. niños xd pero por lo demás todo estuvo genial.
A las seis y media nos fuímos al sitio dónde habíamos quedado con su familia, yo no había visto la tarta porque la eligió mi suegra, y cuando la vi me quedé alucinada, ¡era preciosa!, no me cogieron desprevenida, pero mirad la cara de Yanira, ella lo dice todo:




 ¡Estaba buenísima!, pudimos comernos dos trozos cada uno, todos bebimos, comimos chocolate con churros, estuvimos en una mesa redonda así que pudimos charlar y hablar todos juntos, presenté formalmente a mi familia y todos se conocieron entre ellos. Yo estaba en la gloria, me encantaba vernos a todos así, en ese momento no existía la distancia, no había sufrimiento ni dolor, todos éramos familia y nos queríamos y respetábamos como tal. Me falta alguien, la más importante, pero estuvo en todo momento en mi cabeza diciéndome lo orgullosa que se sentía de que hubiera llegado a ser así, siempre me ha faltado, y siempre me faltará.. pero aunque suene irónico e imposible, sé que está a mi lado, que me protege, que me cuida y que ama, sobre todo, que me ama..
Le di el regalo a mi suegra y se quedó alucinada, le puse su número 43 en su trozo de tarta y todos le cantamos el "cumpleaños feliz", se emocionó mucho, y es uno de los mejores recuerdos que tengo de ese día..
Acabamos de tomárnoslo todo a las tantas de la noche, nos cerraros la terraza para que nos bebiéramos unas copas y chupitos, cuando se acabó el día estaba molida pero triste, era la última y única que vez que viviría algo así.
Ahora os enseñaré alguna de las fotos que más me gustan por separado:
Una persona muy amiga de la familia y a la cuál quiero mucho, me regaló este precioso carro de bebé confeccionado a mano por él mismo con goma espuma, es muy, muy parecido al verdadero carro de Yanira. Dentro tenía una recordatoria para cada familia que era un vestidito de bebé, con la inicial de Yanira bordada en el pechito y venía con un lacito para enganchar la foto de recordatorio que daría a cada persona.





¡Me encantó!, fue un detalle muy, muy bonito.. y muy, muy complicado.
No puedo poner todas las fotos que tengo con la familia porque son muchísimas, pero os pondré algunas, aunque no salen todos, obviamente..




Y esta foto es la que más me gusta de todas aquellas fotos que se hicieron ese día, fue un momento espectacular para mí, tengo una cara muy expresiva, y creo que esta foto refleja todo lo que sentí:
Una vez más, muchísimas gracias a todos por seguir leyendo mi blog, esta será la última entrada por un tiempo, como todos aquellos que siguen mi Ask sabéis, mañana vuelvo a Madrid y allí no tengo Internet para poder actualizar, la siguiente entrada será bastante interesante e intentaré hacerla en cuánto me sea posible. Os mando muchísimos besos y de nuevo os doy las gracias por seguir aquí, como os he dicho en muchas ocasiones: sin vosotros, nada de esto sería posible.
Os quiero: Ainhoa.
 

lunes, 16 de diciembre de 2013

Para ella: solo cosas nuevas, para mí: todo un logro.

Como os conté en la anterior entrada, teníamos que tomar una decisión complicada, en este caso lo mejor era irnos con mis suegros un tiempo hasta que nuestra economía saliera a flote un poco, no nos gustaba ser una completa carga, pero ellos en todo momento nos ofrecieron su ayuda y apoyo incondicional. Hoy quiero contaros todos los progresos de Yanira durante esos cinco meses.
¡A bordo del tacatá!: No queríamos gastarnos el dinero en cosas estúpidas, a Paquito le parecía un gasto innecesario porque creía que Yanira podría aprender a andar perfectamente de nuestras manos, pero Yanira siempre ha sido una niña muy precoz, y con solo cinco meses necesitaba hacer algo.. necesitaba gastar su energía y yo sabía que el mejor remedio sería un andador. Fuimos a Alcampo a comprarlo, necesitábamos un andador bajito para ella, pero no había ninguno.. todos eran iguales, lo único que cambiaba era el modelo. Paquito se resignó y quería comprarle cualquier otra cosa, pero yo le pregunté a las dependientas, estaban alucinadas viendo como Yanira hacía tonterías, y nos enseñaron un tacatá pequeñito y que no pesaba demasiado para que ella lo pudiera manejar sin muchos problemas, la monté y ¡llegaba al suelo perfectamente!. Recuerdo que cuando llegamos a casa lo saqué corriendo para probarlo y Yanira solo sabía andar para atrás, pero cuando llegamos al Puerto y lo usó un par de veces empezó a entender como se usaba, estaba loca con su andador.. corría por toda la casa, jugaba con los muñecos que traía colgando, llegaba a todos lados... ha sido el mejor dinero invertido de toda su vida, empezó a espabilarse y a aprender a hacer cosas nuevas, nos lo bajábamos incluso a la calle. ¡Le encantaba!.


¡Ha llegado la feria!: Paquito y yo estábamos muy estresados buscando trabajo, nunca teníamos tiempo para nosotros y la mayoría de los días el agobio era máximo, mis suegros nos comentaron que ellos querían pasar un día en la feria con los niños y al principio nos negamos.. pero vi un traje de gitana en una tienda que a Yanira le quedaría precioso, así que sin pensármelo dos veces ¡lo compré!, le quedaba precioso, y a los pocos días mi suegra le hizo una bata rociera. Fuimos a la feria con mis suegros y los primos pequeños del Paquito, montamos a los niños en todo, comimos churros, buñuelos, chocolate, cenamos.. pasamos un día estupendo, y la cara de Yanira era lo mejor de ese día, le encantaban todas las luces y la música. Estaba loca de felicidad..


¡Mamá, agua!: Los días pasaban y Yanira cada día aprendía a hacer una cosa nueva, sus primeras palabras, sus primeros dientes.. han sido los mejores meses de toda mi vida. Un día la bajamos a la playa, la gran mayoría de los niños lloran, pero ¡a ella le encantó!. Lloraba cada vez que la sacábamos y siempre lo señalaba y me decía: "mamá, agua", y yo me moría de amor.. Bajábamos a la playa todas las mañanas y muchas tardes, comíamos allí y Yanira siempre estaba contenta, incluso se estaba poniendo morenita.. Intenté enseñarla a nadar, pero eso fue imposible. Poco a poco iba dando más pasitos sola, y con solo 7 meses ya hacía muchísimas cosas sola.




¡No sabemos qué comprar!: Yanira no se entretenía con nada, todos los juguetes que le comprábamos acababan guardados en un armario muriéndose de risa. Todo aquello con lo que jugaba más de diez minutos ya no era interesante para ella, así que daba mucha lata.. no sabíamos qué hacer para que se entretuviera. Música, vídeos, sonajeros, colores, formas, dibujos.. ¡nada! no había nada que le llamara la atención. Estábamos desesperados.. incluso la llevé al médico para preguntarle si podía tener algún tipo de déficit de atención, pero no.. 
Un día, la tía de Paquito apareció por casa con un piano eléctrico para Yanira, estuve a punto de no cogérselo porque sabía que no lo querría, pero como insistió tanto se lo dimos.. y para mi sorpresa, ¡no lo soltaba! se podía pasar horas y horas dándole a todas las teclas del piano y escuchando como sonaba. Fue nuestra salvación.


¡Con su sonrisa todo mejora!: Los días se sucedían rápido y no encontrábamos trabajo, pero Yanira siempre ha tenido una influencia muy peculiar en nosotros.. ¡hacernos completamente felices!. Ella es el motivo de nuestras horas y horas de insomnio, ella es el motivo de nuestros dolores de cabeza, de oídos, de ansia de estar juntos.. y sin embargo, la amamos con todo nuestro alma. Ella es el motor que nos impulsa a salir adelante, ella lo es todo. Y cuando ella sonríe, nuestro mundo cambia por completo.







El único problema es que había un gasto extra que debíamos solventar, un gasto no inesperado pero si anticipado. Paquito, que siempre ha sido muy conservador, creía que era innecesario, y quizá para muchas personas lo parezca, para mí era una forma de reunir a toda la familia por primera vez, una manera de estar todos juntos por un solo día, y no quería esperar más: el bautizo.

Como siempre, muchísimas gracias a todas aquellas personas que leen mi blog y que día a día me siguen en Ask.fm, os quiero tanto que nunca podré decíroslo sin que me falte algo, si no fuera por vosotros, esto no existiría.
Lo siento por haber tardado tanto en actualizar, ya sabéis que no he podido. En estas semanas intentaré actualizar todo lo posible.
Os mando un beso enorme desde El Puerto de Santa María, y ya sabéis.. si queréis algún tipo de videorespuesta para que podamos conectar mejor, decirlo, que estaré encantada de hacerla.

Pd: Muchísimas gracias a todas las personas que este año he conocido en Ask, en especial a Clara, Laura, Ángela y sobre todo, mi comité. Como ya os dije en una respuesta, sois lo más parecido que tengo a una familia, os quiero.

Un beso enorme de parte de Yanira, ¡CON 8 DIENTES!.
Os quiere: Ainhoa.




jueves, 22 de agosto de 2013

Una noticia inesperada.

Acabábamos de estrenar nuestra nueva casa, los días se sucedían rápidos pero interminables a la vez.. Paquito hacía horas extra, mi madre trabajaba unas 12 horas diarias y yo unas 15, cuidaba de Yanira y la casa a tiempo completo. Digamos que no era un sacrificio, para mí era satisfacctorio ver como mi hija crecía poco a poco, como cambiaban sus gestos y su manera de enfrentarse al mundo, pero estaba derrotada. Había días en los que me despertaba y sentía que no podía más, no seré hipócrita ni me engañaré a mí misma, mucha culpa de todo aquello era que no había superado del todo la muerte de mi abuela, aún el dolor me oprimía el pecho por las noches y me hacía llorar por las mañanas, aún la echaba de menos y sentía que cualquier paso en falso y mi vida se derrumbaría en un instante. Diré que el apoyo de Paquito es lo más grande que podía tener, pero no fué él, fué ella.. me daba pánico pensar que quizá por culpa mía en algún momento le pudiera faltar algo a Yanira, me aterrorizaba la idea de que no se sintiera orgullosa de mí, defraudarla como madre y como persona, no saber valorar que ella es lo mejor que me ha podido dar esta vida, pese a los malos tiempos, a todo lo que venga.. enfrentarme a lo peor del mundo si es necesario por ella, porque ella es la persona que me ha salvado de mi autodestrucción, y siempre estaré en deuda.
 Paquito notaba mi estréss constante, creo que ha sido la peor época de nuestra vida sexual, estábamos tan cansados y dolidos que si teníamos tiempo para nosotros mismos dos veces al día era un milagro.
Recuerdo que muchos de aquellos malos días se levantaba muy pronto para traerme el desayuno a la cama, también recuerdo que un día intentó hacer tortitas.. es tan torpe en la cocina que llamar a los bomberos hubiera sido lo más delicado que podría haber pasado ese día. Seré franca.. el desayuno daba asco pese a que el detalle era precioso. Al final nos comimos unas magdalenas con zumo tumbados en la cama, mirando a Yanira dormir y creo que fué el día más especial que tenía desde hacía varios meses.
Mi hija daba mucha lata.. empezaron las "mamitis constantes", los brazos y achuchones.. me encantaba y me encanta pero mientras pones una lavadora o friegas los platos, la verdad es que es un poco coñazo tenerla encima.
El trabajo de Paquito iba a la perfección, un día cuando llegó de trabajar a las 3 de la madrugada me dijo que había trabajado unas horas en la cocina, al día siguiente el jefe le dijo que le gustaba como lo hacía, tenía mano para colocar y separar los ingredientes.. quizá a finales de verano le ascenderían y su contrato sería modificado a uno de "ayudante de cocina". Era una buena noticia.. debía ir poco a poco pero aspirando a lo más alto, es algo que siempre le he dicho e incluso a día de hoy, mantengo.
Le hablaron de trabajar a jornada completa unas semanas, por supuesto, dijo que sí. Le mencionaron que podrían ampliarle el contrato a un año y después ya se vería.. 
Parecía que las cosas iban saliendo a flote poco a poco, un año no era mucho pero menos era nada. Aunque cuando todo va sobre ruedas, siempre hay riesgo de patinazos, y yo lo sabía.
Un día llegó al trabajo y le dijeron que tenían que reducir plantilla:
-Paquito lo sentimos mucho pero debemos reducir plantilla, ya sabes que las cosas no van del todo bien y hemos pensado en los últimos contratos.. como eres personal de veinte horas semanales dudo que te sea difícil encontrar otro trabajo remunerado de una manera igual. Lo siento, de corazón pero deberás pasarte la semana que viene para firmar los papeles legales y hablar de tu finiquito. Espero que encuentres algo pronto y si tenemos otro puesto vacante no dudes en que te llamaremos.
Recuerdo que Paquito ese día volvió a casa destrozado, no paraba de apoyarse en mi hombro y llorar.. solo sabía preguntarme que qué era lo que íbamos a hacer, que como iba a dar de comer a su hija, que no quería ser una carga para nosotras, que si había algo que él pudiera hacer para salir adelante lo haría, que no iba a abandonarnos y que se iba a poner las pilas al máximo para salir adelante como fuese.
Yo también estaba destrozada pero tenía que ser fuerte por ellos. Como he dicho muchas otras veces, si yo me derrumbaba, mi casa se hundiría. Con lo que yo ganaba y el dinero que teníamos ahorrado podríamos tirar unos cuántos meses, nosotros no podríamos excedernos con los caprichos pero a Yanira no le faltaría de nada. Además, contábamos con su finiquito.. no sabíamos cuánto era, pero nos vendría bien.
Llegó un día antes de que tuviera que ir a firmar los papeles, le dije que lo leyese todo con mucha calma, que no se dejase engañar y que no firmase nada sin haberlo comprendido antes, si tenía que hacer cuatrocientas preguntas, que las hiciese, pero que cuando volviese a casa, lo hiciera con las ideas claras y sabiendo cuánto, cómo y cuándo iba a tener el dinero que le correspondía y sus días de paro.
Paquito volvió a casa con un papel diciendo que firmaba la baja voluntaria y que no tenía ningún derecho ni a finiquito ni a paro, que no habían terminado sus meses de prueba y por lo tanto legalmente no les correspondía pagarle un céntimo. Primer engaño de su vida, bien, a todos nos ha pasado, posiblemente no sea el último..
El agobio era máximo.. nos estábamos quedando sin ahorros, no nos dimos ni un solo capricho, no comprábamos ni helados, pero las cremas de Yanira son caras, los pañales, la ropa, toallitas, leche, cereales.. un bebé necesita muchas cosas y es imposible negárselas. Y encima venía el bautizo..
Nuestra única salida era irnos al Pto con sus padres unos meses, hasta que nuestra economía se recuperase un poco. Le dijeron que podría trabajar en un bar hasta que consiguiéramos algo de dinero y nos fuéramos a finales de verano..
Pero las palabras vuelan como el viento, y a veces, vuelan de personas que no te esperas..

Lo siento por tardar en actualizar, últimamente siempre pido disculpas y cada vez que me dirijo a vosotros me acabo excusando por algo. Hay gente que me critica en Ask.fm porque digo que voy a actualizar y al final no lo hago.. como he dicho al responder en una pregunta, siempre que os diga que voy a actualizar y al final no lo haga es porque tengo un motivo lógico y coherente, no os voy a dejar con la miel en los labios por nada, os lo aseguro.. solo espero que comprendáis que estoy muy liada y me encantaría escribir más a menudo pese a que no puedo. Lo siento si incomodo a alguien con mis palabras pero tenía que recalcarlo.
Y ahora, como siempre, procedo a dar las GRACIAS a todos los que cada día estáis conmigo en Ask.fm y leéis el blog con entusiasmo, la entrada es flojita pero son partes de mi vida que debo contar.
Muchas GRACIAS a todos aquellos/as que me han agregado a Tuenti para ver fotos de Yanira, vuestro interés es un punto enorme. A todos/as los que preguntáis por Ask.fm que qué tal estamos y en general a todo el mundo que me sigue a diario.
Os quiero mucho, de verdad. Estoy muy contenta de haber hecho este blog :)
Un beso enorme a todos de mi parte.
Y otro beso enorme de Yanira con SEIS DIENTES YA EHHH! Jajaja

Os quiero.
Ainhoa.

miércoles, 7 de agosto de 2013

Mi vida cambió en un instante.

Cuando crees que las cosas no podrán ir peor, a veces te equivocas.. confias en salir de los problemas, asumirlos e intentar superarlos, es una filosofía de vida bastante acertada pero en la práctica, todo se vuelve más confuso.
Vivía en una permanente etapa de "duelo" por decirlo de alguna manera, mis sentimientos me decían que debía continuar pisando fuerte porque tenía gente detrás que me necesitaba, pero mi corazón se rompía en pedazos cada vez que me despertaba por la mañana y veía que mi abuela no estaba dormida en su sofá.. me había dejado sola, y no era lo suficientemente fuerte para afrontarlo, o eso creía.
Todos y cada uno de los rincones me recordaban a ella, las lágrimas salían solas, no podía hacer nada por evitarlo.. la angustia, el dolor.. y la responsabilidad de saber que tenía una hija a la que cuidar y educar me hacían sentirme cada vez más confusa, pero nunca tanto como el día que abrí la notificación del juzgado.
El banco había hecho un "trato" con mi abuela, cuando ella muriese, la casa volvería a ser del banco.. una especie de préstamo hasta la muerte. Como era de esperar, me echaban de aquella casa, no importaba que tuviese una hija o no tuviese un lugar donde ir, solo importaba que no era mi casa, no era mi lugar y tenía que irme de allí. Antes de morir me pidió que compráramos un piso y lo pusiéramos a mi nombre, pero no quise.. no quise presionarla y nunca quise que pensara que me interesaba sus bienes o su dinero, quería que fuera ella la que decidiese si quería brindarme una casa o no, nunca comprendí que ella sabía perfectamente lo enferma que estaba, que ella sabía que se estaba muriendo y por eso quería que tuviera un techo donde ir cuando me echaran de mi casa, no lo comprendí hasta que abrí esa notificación, como siempre tenía razón, pero no la hice caso..
Empezamos a empaquetar nuestras cosas con la mayor prisa posible, pero, cómo se empaqueta una vida entera? Me era imposible llevármelo todo.. ni si quiera sabía dónde podría ir.. Paquito estaba agobiadísimo con el trabajo y la mudanza, preocupado por mí y por la niña.. y eso hizo que tuviéramos muchas discusiones en ese tiempo, discusiones tontas y sin sentido.. pero necesitábamos desahogarnos entre nosotros, decirnos cosas que en realidad no pensábamos para no decir que estábamos muertos de miedo, si alguno de los dos lo dijese, el otro se derrumbaría.
Una mañana temprano, harta de romperme la cabeza buscando soluciones llamé a mi madre y le dije que fuéramos a ver una inmobiliaria en el barrio Madrileño de Coslada, su jefa se mudaría allí en unos meses (así ella podría estar cerca de su trabajo) y estaba más o menos a la misma distancia que el trabajo de Paquito, no quería irme a pleno centro y tampoco quería dejarla sola.. quería algo tranquilo para mi hija y para mí, un sitio donde pudiera crecer feliz y no tener que soportar los recuerdos que su madre cargaba consigo. Pero por encima de todo, quería a mi madre a mi lado, sé que para ella también ha sido una enorme pérdida y no me la imaginaba pasando por aquel mal trago sola, asi que decidí que viviéramos juntas, más como compañeras de piso que como madre-hija puesto que apenas pasa tiempo en casa con el trabajo, pero al menos estaba cerca y si necesitaba llorar, podría hacerlo en mi hombro.
Fuimos durante la mañana a visitar varias casas, nos tomamos entre las dos por lo menos un litro de café, estábamos nerviosísimas y no sabíamos cuál de todas las casas que habíamos visto nos podría servir, y aún nos quedaban cuatro. La siguiente era en un barrio tranquilo, gente humilde, cerca del Ayuntamiento de Coslada, del Metro, de paradas de autobús, centros comerciales y comercios para comprar comida, parques, RENFE.. todo lo que necesitaba lo tenía a mano, y cuando vi la casa.. no sé como explicarlo pero es como si hubiera estado esperándome, como si estuviera hecha para mí, como si en cada rincón de aquella preciosa casa de 140 metros cuadrados estuviera escrito mi nombre y el de mi familia.. tenía un precioso cuarto para Yanira, otro para mi madre, uno enorme para Paquito y para mí, un perfecto comedor, baño, cocina.. una enorme terraza de 40 metros cuadrados donde Yanira podría jugar en verano y recoger nieve en invierno, no lo pensé demasiado, hablamos con el dueño y en más o menos una hora había pagado un año de alquiler por adelantado, 800 euros al mes repartido entre 3 personas.. no era barato, pero tampoco excesivo.
En seguida comenzamos a meter las cosas, poco a poco me despedía de mi antigua casa.. no creáis que no me dolió, porque me dolió y mucho. Pero era lo mejor para todos.. recuerdo una frase que siempre me decía mi abuela y que en ese momento me ayudó mucho: "Si no es posible pasar página, cambia de libro". Y eso es lo que hice, no podía olvidar, no dejaba de doler asi que lo mejor era cortar de raíz, jamás me olvidaré de ella, y por supuesto, no quiero hacerlo.. simplemente quería que dejase de doler, y en esa casa no podía evitarlo, sé que ella querría lo mejor para mí y sé que está orgullosa de que hiciera eso.
Paquito estaba más ilusionado que yo, le encantó la casa y poco a poco fué recuperando la luz que había desaparecido de sus ojos, volvimos a mantener relaciones sexuales más a menudo y dejamos de discutir por estupideces como el color de las sábanas o haber lavado o no un par de calcetines.. me ayudó a elegir los muebles en Ikea, a montarlos, a comprar la nueva cuna de Yanira, sus sábanas, sus edredones, sus peluches.. Pintamos juntos toda su habitación en rosa chicle, pusimos su cuna blanca y rosa y la mosquitera de princesa, colgamos sus cuadros de Disney por toda la habitación, sus baldas blancas con libros de cuento, lámparas de flores blancas y rosas, pegatinas con su nombre en la puerta y doblamos tooooda su ropa en su armario empotrado. Colocamos su balancín y su bañera de pie, compramos un tacatá rosa, una alfombra de mariquita para que jugase en el suelo y ropa nueva para el invierno.
Compramos los muebles del salón, pintamos de lila y morado la habitación de mi madre, montó su cama blanca, su mueble blanco para colocar la televisión, sus baldas moradas y lila, le puso las lámparas y forró de terciopelo lila el armario por dentro.
Compramos los muebles de nuestra habitación, nuestra enorme cama de matrimonio, pusimos el cabecero y las mesillas blanco y negro, el mueble de madera con la televisión de plasma negra, los armarios empotrados de madera con toda nuestra ropa y zapatos.. nunca se había implicado tanto en algo, nos encantaba nuestra nueva casa, y eso se notaba.
Las cosas nos iban bien, en el trabajo, en la familia.. éramos uno. Nuestra hija crecía perfectamente, sin problemas.. era nuestra oportunidad de empezar de cero, podíamos superar cualquier obstáculo siempre que lo hiciéramos juntos.
Mi pena nunca se suprimió, echaba (y echo) de menos a mi abuela todos los días, iba a verla al cementerio un domingo a la semana, le ponía una vela encendida en casa todos los días, lloraba por ella prácticamente a diario, pero llegó un punto en que pude ver las fotos sin necesidad de llorar, la echaba de menos sí, y me encantaría que pudiera estar conmigo y ayudarme a decorar toda la casa, pero no era así, y no podía hacer nada por evitarlo.. lo comprendí.
He luchado mucho por mantener un equilibrio en mi familia, para no hundirlos o simplemente dejarlos caer, me ha costado mucho tener lo que tengo y no quiero que nadie piense que se me ha concedido como premio a la madre anual o algo así. Si tengo lo que tengo es porque he peleado por conseguirlo, me he visto con la soga al cuello muchas veces, pero siempre he conseguido quitarla sin hacer daño a los que me rodean. Para mí, Yanira es lo primordial, todo lo demás es aparte.. y por eso hice en muchos sentidos todo lo que hice, necesitaba que ella estuviera bien, que fuera feliz, y a día de hoy, si me arrepiento de algo, no es de eso..
Llevábamos desde Febrero en la nueva casa, pero las cosas se iban a poner muy feas, muy, muy feas.. aunque en esos momentos yo aún no lo sabía.

Hola amoreees :)
Muchas gracias como siempre por seguir leyéndome, sé que he tardado bastante en actualizar pero como ya sabéis he tenido el bautizo de Yanira hace poco y he estado al pie del cañón, siento no haber podido actualizar antes pero a partir de ahora lo haré más a menudo.
Lo siento también por no haberme conectado a Ask.fm, pero ha venido mi familia desde Madrid y he estado con ellos en la playa, el centro, Cádiz, dando vueltas por ahí.. no he parado. Y además, estoy empaquetando las cosas para mandarlas por Correos a Madrid para cuando vuelva.. vamos, que es todo una locura jaja
Espero que os haya gustado y que sigáis queriendo leerme :)
Estoy muy contenta de que sigáis conmigo y  sobretodo de que os preocupéis tanto por mí, os quiero mucho, de corazón.
Un beso muy grande para todos y actualizaré muy, muy pronto!

PD: Vamos a darle ánimos desde aquí a Paola que está en Maternidad a punto de tener a su pequeña Lola, quiero decirte desde aquí que os quiero mucho, recuerdo que de camino a mi casa en un momento dijimos que estábamos seguras de que nuestras hijas crecerían como primas, jugarían y se reirían juntas, pese a la distancia, mi promesa sigue en pie, y espero que nuestras hijas tengan el placer de disfrutar de una amistad como la que tuvimos tú y yo. Te quiero mucho y espero que se te haga cortito y lo menos doloroso posible, te lo mereces.

Ainhoa.

lunes, 22 de julio de 2013

Hay que serlo para saber qué se siente.

Nació el día 3 de Abril de 1973, y desde ese mismo momento e incluso meses antes, ya habían juzgado su destino. Su "madre" no quería responsabilidades, tenía pocas opciones y ninguna factible: el aborto era caro, se había legalizado hace poco y constaba de demasiado papeleo, por otro lado, la adopción en esos tiempos no era igual que ahora, seguramente no fuera tan personal y se acabaría sabiendo. Ocultó su embarazo hasta el último momento, dió a luz en Barcelona e inscribió a su hija legalmente, pero el día 5 de Abril, dos días después de dar a luz, y el mismo día en que le dieron el alta, sacó un billete en dirección a Madrid. La vuelta prevista era el día 6 de Abril, y sabía que volvería sola.
Su primer pensamiento fué deshacerse de ella en un cubo de basura, recoger sus pertenencias e irse de nuevo a Barcelona a continuar con su vida, era tal su desesperación que efectuó su plan a plena luz del día, sin miedo.. solo quería deshacerse de ese bebé y que nadie supiera que lo había tenido, una mente enferma, dañada, incapaz de amar, no podía pensar en otra cosa. Pero una señora que trabajaba en un Bar justo en frente de aquel cubo de basura, la vió. Sus primeras palabras intercambiadas no fueron muy educadas, la impresión causada por ver como iba a tirar a un bebé vivo a la basura, hizo que la señora del Bar no pudiera respetarla, le dijo que era mucho mejor que la dejara en la puerta de cualquier iglesia, alguien se haría cargo.. pero no quería que la pudieran identificar, asi que le dió la opción de quedarse con ella. La señora del Bar le dijo que tendría que consultarlo con su marido, ella tenía ya 3 hijos, el último con 10 años y no cabía en sus planes una persona más. La mujer le dió como mucho dos horas para volver, si no lo hacía, tiraría al bebé al cubo de basura como había pensado desde el principio.
Aquella mujer no tenía elección, su marido no salía de trabajar hasta muchas horas después, asi que sin pensar en lo que pudiera pasar, le pidió que se la entregase, y así fué. Aurora volvió a Barcelona sin ningún bebé como había previsto. Sus planes iban sobre ruedas.
Angelines, volvió a casa con un nuevo bebé en brazos, habló largo y tendido con su marido -lo cual era raro porque casi a diario llegaba borracho a casa y se pasaba de la violencia psicológica a la física-, decidieron que buscarían alguna familia que no tuviera hijos y quisiera a ese bebé, su marido se encargó de hacerlo. Angelines, por su parte, se ocupaba de su casa y sus hijos como hacía a diario, se llevaba a aquel bebé al Bar y poco a poco y sin quererlo, le fué cogiendo cariño. Pasaban los meses y no encontraban a nadie a quién dejarle al bebé, asi que después de ver que más o menos podían hacerse cargo, se quedaron con él.
Le pusieron María José, era una pequeña de ojos verdes, fué la reina de la casa durante muchos años. Sus hermanos la adoraban y Angelines la quería como si fuera su hija.
A los cinco años de vida, su madre Aurora volvió a Madrid. Estaba en la cárcel y embarazada. Le dieron un permiso para encontrar a algún tipo de familiar y que le llevase alimentos a la cárcel durante la gestación, que la acompañase en el parto y se hiciese cargo del bebé hasta que ella terminase su condena. Aurora se aprovechó de la situación, dió el nombre del Bar y en cuestión de semanas encontraron a Angelines. La amenazó durante meses con que podría quitarle a María José alegando que era suya si no le llevaba a la cárcel todas las semanas dinero, jabones, ropa, alimentos y todo lo que pidiese. Angelines no había podido tramitar la adopción de María José porque no podía demostrar que le habían entregado a ese bebé, por otro lado, en todos los registros constaba como hija de Aurora, y no tenía ninguna forma de contactar con ella, hasta ese momento. Cuando Aurora tuvo a su bebé -era otra niña- quiso obligar a Angelines a que también se quedase con ella, pero dijo que no y nunca volvió a la cárcel. Supongo que por la falta de familiares, dieron a ese bebé en adopción o se la llevaron asuntos sociales. 
Angelines sufrió maltrato físico y psicológico por parte de su marido durante la mayor parte de su vida, llegó hasta el punto de querer envenenarle, echarle algo en la comida, acabar con su vida.. pero trataba a María José como a ninguno de sus otros hijos, asi que para Angelines era razón suficiente para no hacerle daño, no podía hacer sufrir a aquella pequeña princesa a la que estaban criando.
A los 11 años le dijeron que era adoptada, y aunque ellos pensaban que sería una gran tormenta, María José se lo tomó con naturalidad, les dijo que ellos eran sus padres, y que aunque no fueran los biológicos, eran los que la habían dado una vida, un futuro, una educación.. para ella eso bastaba, no conocía nada fuera de ellos, y no quería hacerlo. Nunca quiso conocer a Aurora.
Cuando María José tenía 12 años, llamaron a casa del hospital diciendo que su padre, Antonio, había muerto en el trabajo de un infarto. Para Angelines fué un alivio, aunque no tanto para su hija. Lo pasó realmente mal, se sintió sola y dolida, pero lo superó. Angelines tramitó el papeleo de la adopción unos meses después de la muerte de su marido, Aurora no se opuso a que se cambiaran los apellidos y como el marido de Angelines había muerto, solo pudo ponerle sus propios apellidos.
María José, desde muy pequeña, tuvo una muy fuerte conexión con su hermano -era el más pequeño, pero a ella le sacaba 10 años- se comprendían, reían, compartían momentos. María José en muchos momentos fué su guardiana. Le acompañó en los malos momentos, su hermano atravesó un cáncer y ella siempre estuvo con él, apoyándole, superando los obstáculos juntos.
Tuvo su primera relación sexual a los 15 años, el chico era mayor que ella y él ya tenía experiencia en el ámbito sexual. La situación fué violenta y nada premeditada, pero María José pensó que las primeras veces siempre eran así, al fin y al cabo, le quería. Lo hicieron sin protección.
A las pocas semanas se empezó a encontrar mal, discutían mucho asi que imaginó que era por eso. Nunca quiso comentarle nada a su madre por si se enfadaba con ella por tener relaciones sexuales, era una mujer criada a la antigua y nunca lo comprendería, asi que calló. Al principio y después de unos meses pensó que estaba embarazada, se hizo un test de embarazo con lágrimas en los ojos, era algo que no le podía pasar a ella con 15 años.. pero dió negativo, y volvió a respirar. Se empezó a notar pálida, los ojos se le veían de un color más extraño, el pis era de un olor y color fuerte, más de lo normal, y se encontraba hinchada la mayor parte del tiempo. Supo que algo le pasaba, asi que pidió a su madre que la acompañase al médico.
La ingresaron de inmediato, tenía Hepatitis tipo B,C. Incurable. Podía morir si no encontraban un transplante compatible. En esos momentos pensó que quizá, el embarazo hubiera sido mucho mejor que eso.
Llamó de inmediato a su pareja -ex pareja desde el instante en que la dieron el diagnóstico- y él la dijo que ella debía investigar entre todos los hombres con los que se había acostado, fué una puñalada, él sabía perfectamente que ella solo había tenido relaciones sexuales con él, le avisó, le dijo que debía ir al médico para ver si él también tenía Hepatitis, y no comprendió, hasta muchos meses después, que él ya sabía que la tenía y que la contagiaba, pero que no quiso hacer nada para evitarlo.
Encontraron un transplante para ella y se lo pusieron. Fué duro pasar por una operación de ese tipo, encontrarte de la noche a la mañana con una enfermedad para toda la vida, con una cicatriz en el torso que jamás se borraría, y sobretodo, con el corazón hecho pedazos. Había muchas cosas que superar, pero gracias a Dios, la habían salvado de la muerte y tendría tiempo para superar todo aquello. Los médicos la dieron el alta muchos meses después, la dijeron que no tendría que preocuparse por contagiarlo, pero tenía que preocuparse por todo lo que podrían contagiarla a ella. Se convirtió en una esclavitud, mascarilla 24 horas.. la gente es muy cruel y la miraban por la calle, se apartaban cuando ella pasaba pensando que podía pegarles algo, cuando lo que no sabían es que iba protegida con esa mascarilla para que nadie pudiera transmitirla virus a ella y hacerla daño. No contagiaba, se protegía.
Superó su enfermedad con creces, aprendió a vivir con ella y a no avergonzarse por nada de lo que pudiera decir la gente, era un ejemplo a seguir en toda regla.
Dos años después retomó la relación con Jose Manuel, un chico rubio, ojos azules, fuerte, alto.. atractivo a más no poder. Era el causante de sus primeros ormigueos en el estómago, sus primeros besos al aire, la primera vez que la latió fuerte el corazón, siempre se habían visto en el colegio y en el barrio, era amigo de su hermano, pero nunca le dijo nada. Hasta ese día, se pusieron a hablar y como por arte de magia, se dieron su primer beso, el primero de muchos, aunque en esos momentos no lo sabían.
A través de amigos de amigos se enteró de que su ex pareja y el causante de arruinar su vida había muerto unos meses después de que a ella la transplantasen, su Hepatitis había sido detectada hacía muchos años, pero no quería transplantarse, y como la rabia le había consumido hasta el último rastro de amor, antes de morir quiso dejar huella. Y la dejó con ella. Nunca reconoció que podía contagiar a alguien, que podía ser el causante de la muerte de alguien, y el que a hierro mata, a hierro acaba.
Cuando llevaba unos meses con José Manuel y más enamorada estaba, su órgano empezó a dar problemas, sabía que se pasaría una buena temporada en el hospital asi que decidió dejarlo con él, no quería hacerle sufrir, no quería que sintiera lástima por ella y aunque fuera cruel, prefirió cortar por lo sano.
Efectivamente, tuvo que soportar otro transplante, pero esta vez la recuperación fué más corta y el órgano llegó antes, solo estuvo seis meses en el hospital. Y seis meses en rehabilitaciones.
Cuando salió del hospital intentó encontrar a Jose Manuel para ver si podía arreglar las cosas, no hubo ni un solo día en el hospital en que no pensara en él, pero cuando lo encontró era tarde, él había empezado a construir su vida con otra persona, y les iba bien, asi que con una falsa sonrisa le dió la enhorabuena y por segunda vez en un corto período de tiempo, recogió los pedazos de su corazón hasta casa.
Conoció a otro amigo de su hermano llamado Josetxo, a su madre Angelines no le gustaba, era mayor para ella y no tenía una buena fama, él tenía una hija llamada Itziar de 3 años y había salido de la cárcel hace relativamente poco, pero con su manera de hablar, de mirar.. la dejó ciega. Y comenzó a compartir su vida con él. Se fué a vivir a un pueblo a las afueras de Madrid para estar solos y que él pudiera dejar las drogas, María José estaba harta de aguantar y aguantar.. varias veces le pilló siéndola infiel con otras mujeres, pero no quería dejarle, estaba ciega. Y lo estaría mucho más.
Tenía un mes de retraso, se hizo un test de embarazo y dió negativo, asi que se relajó, le bajó la regla con normalidad durante cuatro meses, pero el volumen de sus pechos y su barriga no eran normales, decidió ir al ginecólogo y salió de allí con la sorpresa de que estaba embarazada de casi 6 meses. En el hospital le hicieron muchísimos controles, tomaba pastillas muy fuertes para mantener su hígado sano, asi que no sabían lo que eso podría afectar al bebé, el tramo iba desde malformaciones hasta nacer muerto. Estuvo asustadísima, quería a ese hijo más que a su propia vida, sería una madre expectacular y jamás lo abandonaría como hicieron con ella. Y sin pensarlo.. a los ocho meses se puso de parto.
Fué un parto expectacular, tres horas y dos puntos de aproximación, sin epidural y empujando a pleno pulmón. Nació una preciosa niña de 3 kilos 500 gramos y 47 cm, a pesar de ser prematura no fué necesaria la incubadora y sobretodo, estaba sana. No tenía ningún problema de ningún tipo, los médicos estaban asombrados, tan asombrados que colgaron la foto de la niña en el Hospital Doce de Octubre como la primera niña que nació sana de una madre después de haber sido transplantada. Conocían casos de mujeres que primero tenían hijos y después eran transplantadas, pero no al revés como en este caso.
No pudo darle pecho porque tomaba mucha clase de medicación, pero no importó, la niña crecía a la perfección sin dar ni un solo problema. No se podía decir lo mismo de su padre. 
La tuberculosis era demasiado latente como para que la niña pudiera estar al lado de él sin contagiarse, asi que María José tenía que tomar elecciones rápidas, una tarde, le dió a elegir entre las drogas o ellas. Él eligió las drogas y María José con solo un paquete de pañales, un chupete y un biberón sacó a su hija de esa casa y se la llevó lejos de ese hombre. Él no dió problemas, nunca más quiso saber nada de ellas.
Se dedicó los primeros meses a trabajar duro, dejaba a su hija con su madre y sabía que estaba en buenas manos. Quería labrar un buen futuro para su hija y eso solo lo conseguiría si trabajaba duro, se perdió muchas horas de la infancia de su hija, pero no había nada más importante que darla de comer y todo lo que necesitase. Nunca abandonó a su hija, siempre estuvo al pie del cañón para cualquier cosa. Ni si quiera la abandonó cuando recuperó el contacto con Jose Manuel.
Él había tenido una hija con aquella chica, era un poco más pequeña que la hija de María José pero tenía muchos problemas cardiovasculares, se pasaba los días entre la vida y la muerte y María José fué como un trago de agua en medio del desierto para Jose Manuel.
Retomaron su relación sentimental cuando la hija de María José apenas tenía un año de vida, trabajaron ambos para criar y dar de comer a sus hijas. La niña siempre le consideró su padre, y él, pese a no ser de la misma sangre, siempre la consideró su hija. El amor que se tenían era mutuo. Y por eso, respetaron la decisión de la niña de vivir con su abuela y no dejarla sola. En realidad, vivían a tres pasos, asi que supongo que eso también hizo que no fueran demasiado reticentes.
A los nueve años Maria José volvió a enfermar, esta vez era peor.. llevaba cuatro meses esperando un transplante y no llegaba ninguno compatible. Entró y en coma y los médicos pidieron a los familiares que se despidieran de ella y esperasen a que llegara el momento, dudaban que llegara un órgano sano y no quisieron dar esperanzas. La hija de María José lloraba por su madre todos los días, no la dejaban ir a verla al hospital, sabía que algo pasaba pero nadie era sincera con ella.. se pasaba las noches llorando, tenía pesadillas y soñaba que su madre venía a verla diciéndola que estaba muerta y la había dejado sola, era demasiado para una niña de nueve años. Los médicos decidieron hacer algo por esa niña. Le pusieron a María José un órgano no compatible -aborto- que sabían que rechazaría pero les daría unos meses de chance para esperar la llegada de uno que sí fuera compatible, estuvo cinco meses con aquel órgano y lo terminó rechazando. Volvió a caer en coma. A los pocos días el hermano de María José bajó a la capilla de la Iglesia del hospital e hizo una promesa: "Si mi hermana consigue salir con vida de esta, si llega un órgano compatible y se salva.. dejaré la droga". Nunca supieron si Dios escuchó aquella plegaría o simplemente fué el azar, pero a las pocas semanas llegó un órgano compatible. Y después de varios meses de recuperación y rehabilitación, su hija pudo ir a verla.
Esa niña recuerda a su madre perfectamente, una bata blanca, el pelo corto, negro y alborotado, los ojos sin pintar y llenos de lágrimas por volverla a ver, un camisón rosa de seda y unas vendas en el torso tan abultadas que parecía estar embarazada, agarrada a una varilla con ruedas de la que colgaba el suero y los medicamentos, cables por todos lados.. pero tenía las manos exactamente igual que había tocado siempre, cálidas, suaves, tiernas.. las manos que nunca nadie puede olvidar que ha tocado, las manos de una madre.
La niña se fué, y vió a su madre recorrer el pasillo de vuelta con una rosa en la mano que le quedaba libre, una rosa roja que le había regalado su hija, y se oía sorber por la nariz todas las lágrimas que había derramado. Era doloroso, pero aquella niña se iba a casa con la promesa de que mamá iría pronto a buscarla.
Y más tarde que pronto, la madre la fué a buscar. Ocho meses después.
Cuando María José salió del hospital, lo único en lo que invertía tiempo era en su hija, viajaron, estudiaban juntas.. se desvivía por ella, le compró el vestido de comunión más hermoso de la tienda. Tuvo una celebración de ensueño. Amaba a su madre, y no por lo económico.. sino por la confianza y la plenitud que le transmitía. Ella y su abuela Angelines eran las personas más imprescindibles de su vida.
Cuando la niña creció le fué dando más problemas, pero siempre estuvo ahí para paliar los daños. La aconsejó, la habó abiertamente del sexo, del alcohol, de las drogas.. del daño que hacía tomar decisiones sin poner atención, sin pensar en las contraprestaciones.. nunca hubo tabúes entre ellas. Podía confiar en su madre y viceversa, gozaba de salud, siempre había tenido un buen cuerpo y no veía el por qué de negarse a hablar con su hija de cosas tan naturales y sanas como las relaciones sexuales. Entraban en los detalles que su hija quería, nunca la presionó para contar o comentar nada, pero siempre la dejó claro que estaba ahí para recoger los trocitos de corazón si algún día se lo rompían.
La aconsejó lo mejor que pudo, pero pese a que se tuvo que morder la lengua en muchas ocasiones, la vida que tocaba vivir era de su hija y no de ella. Su hija tenía que caerse y levantarse, tenía que fallar y aprender.. tenía que hacer las cosas por sí misma y equivocarse y acertar en muchos momentos, solo podía hablar, pero no podía tomar las decisiones por su hija pese a que le doliera.
Hubo roces, peleas.. los caracteres eran muy parecidos y a veces chocaban.
Pero nunca jamás se llevaron mal, nunca supo -ni creo que sepa- cuánto la quiere su hija, cuánto la envidia, cuánto envidia su fuerza y su afán de superación. Nunca dando lástima.. siempre buscando el motivo para sonreír. Goza de ser una de las mejores personas que esa chica conoce, desviviéndose por sus amigos y plantando cara a sus enemigos.
Es preciosa por fuera y por dentro. Tiene fallos, muchos fallos. Pero tiene tantas virtudes que los fallos pueden hacerse a un lado como si fueran moscas. Salió sola de muchos problemas, avanzó, aprendió, creció, se hizo fuerte a sí misma para fortalecer a su hija, quizá se arrepiente de no haber pasado más tiempo con ella, de no haber podido disfrutar al máximo de su pequeña por tener que trabajar.. pero no se imagina todo lo feliz que la ha hecho, en la mujer en la que la ha convertido. No se imagina la buena manera que ha tenido de educar y criar a esa hija, de hacerla fuerte ante las adversidades, de no dejarse aplastar por nadie, porque todo eso, lo aprendió de ella.
Y ella, es mi madre. 
Y a día de hoy vivo, pero sobretodo, mañana moriré, orgullosa de ella.
Y hoy, que sé de lo que hablo, que sé a donde voy y sé de donde vengo, puedo decir con la cabeza bien alta que si hubiera algo que pudiera transmitirle a mi hija, sería el amor, la paciencia y la dedicación con la que a mí me crió mi madre.

Ha sido una buena hija, una buena madre y hoy, está siendo una buena abuela. No sé qué más podría pedir, y desde aquí quiero decirla que pese a las circunstancias que nos rodeen siempre estaré con ella, que en estos momentos, Yanira, Paquito y ella son mi única familia. Que nunca debe pensar que estorba porque no es así, yo quiero que viva conmigo, quiero que siga compartiendo su futuro conmigo, para mí no es una carga, para mí es un máximo apoyo. Te quiero, te quiero muchísimo. Y gracias por todo lo que sigues haciendo por mí, no es todo lo grande.. son los pequeños detalles.
 

Sé que esta entrada no os impresionará mucho, pero tenía que hacerla.
Lo siento mucho por no haber actualizado antes pero ya sabéis que no he tenido tiempo.
Solo espero que al menos os haya gustado y os haya entretenido, sé que es un poco larga pero bueno.. a mí me encanta hablar de mi madre. 
Nunca entendí por qué decía que me amaba más que a su vida, siempre he pensado que nuestra propia vida es lo más valioso que tenemos, pero ahora que tengo a Yanira sé que sería capaz de dar mi vida por ella, que sería capaz de dar por ella cualquier cosa.. y ahora entiendo a mi madre, ahora sé a qué se refiere, y sé que no está exagerando.
Un beso enorme para todos y como siempre, muchísimas gracias por serme fieles y seguir leyéndome.
Os quieroooooo!

Ainhoa.